Paralelamente a las labores de desecación y canalización que comentábamos antes, ilustres científicos como Félix Rodríguez de la Fuente visitaron las Tablas, los cuales pusieron de relieve las virtudes y el valor del paraje. Esto provocó que las Tablas obtuvieran una calificación preferente en un plan destinado a la custodia y rescate de áreas húmedas del continente europeo, que recomendaba al gobierno su mantenimiento y protección, sin embargo el gobierno desoyó estas recomendaciones y en el 67 se aceleraron las obras de canalización.
Estó provocó una gran alarma social y mucho revuelo, y dió lugar a un movimiento de protesta en el que participaron científicos de todo el mundo. La polémica saltó al gran público y adquirió reflejo en toda la prensa nacional.
Después de esto se frenaron las obras de desecación y se creó una Comisión Interministerial por parte del gobierno, para mediar en el conflicto.
Finalmente es en 1973 cuando se alcanza un compromiso final, se detienen definitivamente las obras de desecación y se anuncia la creación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
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