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domingo, 21 de febrero de 2010

Podcast de audio

A continuación os dejo el link a un archivo sonoro sobre una entrevista realizada a un representante de la WWF. En el podcast se explica muy bien la problemática y situación de las Tablas:

Ong WWF - la problemática de las Tablas de Daimiel

Algunos videos

Declaraciones de Elena Espinosa:



Declaraciones de la vicepresidenta del gobierno:

Respuestas del gobierno

En el último post hablábamos del expediente que la Europea abrió a España por la situación a la que se ha llegado en el Parque. Ahora afrontaremos las reacciones del gobierno ante este tirón de orejas.

Las reacciones del gobierno a raíz de estos acontecimientos han llegado a través de unas declaraciones de la señora Espinosa, ministra de medioambiente, según la cual las medidas inmediatas pasan por un nuevo trasvase de agua procedente del Tajo, además de la adquisición en propiedad de varias fincas de la zona con las que se pretende verter agua desde los pozos al humedal. En cualquier caso la realidad es que tanto gobierno como oposición se echan la culpa mutuamente de la situación actual, pero lo cierto es que esto es un desastre que se lleva gestando varias generaciones.

Diferentes grupos ecologistas han protestado por estas medidas, ya que consideran que no se puede pretender mantener con vida un ecosistema mediante constantes aportes artificiales, y piden que de una vez por todas se controlen y restrinjan los regadíos y pozos, que son el verdadero problema que causa el déficit hídrico del parque.

A continuación os dejo un link en el que os podreis descargar un archivo tipo doc. En el archivo podreis leer la transcripción de las respuestas dadas por la ministra:

Pulsa aqui para descargar documento

La Comisión Europea expedienta a España

Finalmente tras años de maltrato y abuso al entorno, la Comisión Europea decidió abrir un expediente de oficio contra España por la degradación de las Tablas de Daimiel, según confirmaron fuentes de la propia Comisión Europea y del Ministerio de Medioambiente. La gota que colmó el vaso fueron los incendios subterráneos del pasado año.

Los representantes de Medioambiente comunitarios se reunieron con el gobierno y los ecologistas para repasar los procesos de infracción abiertos, y tal y como se indicó Daimiel no estaba incluido en el orden del día, pero debido a la noticia en los medios sobre los incendios de turba el jefe de infracciones de la UE, el español Julio García Burgués, abrió la queja ese mismo día. La situación era insostenible y no podía esperar a que las asociaciones de ecologistas le enviasen el informe con la situación de las Tablas, según sus propias palabras.

Desde este momento se le dio al gobierno diez semanas para explicar como un humedal protegido por la UE lleva cinco años seco y como es posible que decenas de miles de pozos, buena parte de ellos ilegales, hayan agostado las lagunas.

Parte de la investigación en curso contra España se centra en averiguar si se ha incumplido la Directiva de Hábitats, de 1992, que establece que los países “adoptarán las medidas propias para evitar, en las zonas especiales de conservación, el deterioro de los hábitats naturales y de los hábitats de especies”.

Daimiel arde

Recientemente los problemas de las Tablas se han venido agravando, por si no tuviera ya pocos. En Tablas de Daimiel existen en el subsuelo grandes reservas de turba, un material húmedo en estado natural pero incandescente si se seca que procede de la lenta descomposición de materia vegetal, a lo largo de los años. Este tipo de material es típico de este tipo de ecosistemas húmedos, y cumple importantes papeles biológicos. Concretamente la impermeabilidad de la turba favorece el estancamiento de agua en el humedal, y además fija el CO2, un contaminante, con lo que impide que este salga al exterior. Al secarse el suelo de las Tablas este pierde mucha humedad (y también la turba) y el suelo se agrieta. La turba seca entra en contacto con el oxígeno por las grietas, por lo se oxide y esta prende y arde. El resultado es desastroso, se están dando en las Tablas nuemerosos incendios subterráneos, que están provocando una desastrosa y preocupante degradación del suelo. A menudo se pueden ver en Daimiel fumarolas de humo que salen del suelo a través de agujeros, existe un incendio permanente de combustión latente, lo que agrava mucho los problemas de las Tablas. Os dejo un video sobre el desastre:

Amenazas de la UNESCO

Durante años diferentes grupos ecologistas han denunciado esta situación, pero los gobiernos central y autonómico nunca quisieron escuchar, y preferían mirar hacia otro lado y no hacer frente a la realidad de la situación. Por eso finalmente estos grupos ecologistas optaron por cortar por lo sano y tomar medidas drásticas para tratar de salvar las Tablas.

Ecologistas en Acción, WWF-Adena, SEO-Birdlife y Greenpeace pidieron en el año 2008 a la Unesco que retirara la catalogación de Reserva de la Biosfera a las Tablas. Según palabras de Ángel Hernández, de Ecologistas en Acción, “No fue fácil. Solemos pedir protección para los espacios, no lo contrario”, y calificó esta medida de “drástica y dolorosa”, pero también necesaria dada la situación. La intención con esta petición a la Unesco era dar un varapalo a los gobiernos de España, para que de una vez por todas actúen para salvar la situación.

Tras las denuncias de los ecologistas se elaboró un informe por parte de un consejo de científicos en el que se daban dos opciones, o se retiraba la figura de protección hasta el 2015, o dar un ultimátum a España y si entonces no están recuperadas las Tablas retirar la protección. En cualquier caso el varapalo dado fue acentuado por el hecho de que a pesar de la degradación del paraje este conserva la figura de Parque Nacional.
He estado buscando ampliamente información al respecto por la Red, y parece ser que finalmente y tras varios acontecimientos la decisión final de la Unesco fue dar a España un plazo de tres años. La organización recomiendo desproteger las Tablas de Daimiel, y amenaza con hacerlo si como máximo en el 2011 no se han recuperado.

Trasvases

La figura de protección de Parque Nacional concedida al territorio en el año 73, parece no haber sido suficiente para paliar el desastre. Desde entonces y hasta nuestros días el deterioro del parque no ha cesado, sino que más bien se ha venido agravando. De las casi 1800 hectáreas consideradas como inundables, apenas 30 se han venido cubriendo en los últimos años, y en algunos casos incluso menos. El principal acuífero continúa sufriendo los ataques de una gran cantidad de pozos, más de los que puede mantener, y muchos de ellos ilegales.

Desde que las Tablas fueran declaradas Parque Nacional, se han aprobado y realizado diferentes proyectos de trasvases, para mantener el nivel de las aguas en las Tablas. Concretamente, desde 1986 se han aprobado 14 trasvases artificiales de agua, gracias a los cuales se ha podido mantener el parque. Es importante señalar que el efecto de estos trasvases en los últimos años no es simplemente paliativo, sino que más bien han permitido mantener a duras penas el ecosistema, de hecho, sin estos trasvés lo más probable es que a día de hoy el parque ya no existiera. Esto pone de manifiesto la grave situación del parque.



El principal problema es que los trasvases no son una solución definitiva, el parque siempre se vuelve a secar y es necesario un nuevo trasvase. Gran parte del problema proviene de los entre 10.000 y 50.000 pozos ilegales que agotan continuamente el acuífero 23, con lo que los trasvases no consiguen reactivar definitivamente el ciclo natural.

Los trasvases aprobados por el gobierno fueron duramente criticados por diferentes grupos ecologistas. Estos trasvases suponen a nivel económico un gran despilfarro, y algunos consideran que es dinero tirado a la basura ya que no solucionan definitivamente el problema. Los diferentes grupos ecologistas y de expertos exigen que los trasvases además sean realizados con agua de la cuenca del Guadiana, a la que pertenece las Tablas; ya que algunos trasvases fueron realizados con agua de cuencas relativamente ajenas, como la del Tajo, y este río tiene sus propios problemas de sequía.